Cuando la mentira puede más que la lógica y la verdad
Javier del valle Monagas Maita (*)

El hecho que se tenga acceso a medios de comunicación de cualquier tipo, impone una responsabilidad a quienes emitimos opinión, o reflejamos la noticia. Pues esa función debería ser de digno apego al estricto deber de reflejar solo la verdad verdadera y no una verdad pre fabricada y pre digerida, con la intención de producir un efecto o una reacción pre concebida.
Son estos, los tiempos en los cuales la verdad ha sido más terriblemente golpeada y tergiversada en pro de lograr objetivos oscuros y, que pretenden sostener posiciones de poder de un grupo de delincuentes inmorales enquistados en las esferas de poder de USA y Europa, con sus correspondientes serviles en las burguesías de otras naciones. De esa manera se tejieron falsas verdades para justificar las invasiones y el consecuente desangramiento de sus pueblos en Irak, Afganistán, Libia, Somalia, etc. que tras la mascarada de salvación humanitaria o rescate de la democracia, solo pretende apoderarse de las riquezas de esas naciones y para establecer en sus territorios posiciones geo - estratégicas militares.


Lógicamente cabe el beneficio de la duda de ser engañado, pero cuando se es opuesto a una conducta, a una práctica, a una costumbre, como son las del imperio sionista yanqui, todo lo que proceda de ella, debe tener una sombra gigantesca de dudas, respecto a su veracidad. No tener esa prevención, implica estar expuesto a ser vehículo tonto de esas matrices mentirosas y manipuladoras. El imperio yanqui, o mejor dicho, los verdaderos amos del poder en esa nación, han dicho clara y públicamente, que “Éllos solo tienen intereses, no aliados ni amigos en el mundo”, que la única verdad que reconocen es la que favorece a su seguridad nacional. Si está suficientemente demostrado que a través de la historia, ese imperio maligno ha usado la mentira como vehículo de agresión ¿Por qué se repiten sus farsas como noticias o reportajes?
Es comprobado que en Siria, al igual que se hizo en Libia, las fuerzas mercenarias - que son los nuevos métodos terroristas del imperio sionista yanqui para agredir y para tener excusas para invadir – son infiltradas a través de Turquía, Jordania e Israel, para cometer crímenes que después son achacados a las tropas sirias, como método de propaganda descalificadora. Se han preguntado ¿a que fueron parte de las tropas elites yanquis que salieron de Irak a Jordania? No se necesita ser un genio para responder ¿no son acaso similares los acontecimientos hoy en Siria, a los que se dieron en Libia, antes de la masacre de esa nación y el cobarde asesinato de Gadafi?

Estos son días en los cuales hay que mantener la mente alerta, ante cada suceso hay que preguntarse a quienes beneficia y a quienes perjudican las consecuencias de las acciones o actos, para después poder fijar posición o para transmitir lo que llega a través de medios dudosos o a veces, medios confiables, pero que rompen esquemas de prudencia y lógica. No se trata aquí de atacar a los medios aliados, si no, de prevenirlos de ser manipulados.